Hoy os presento una tarta de esas rápidas y fáciles de hacer, esta tarta no lleva nada de masa ni base de fondo. Siempre se recomienda hacerla el día anterior a servirla, debe estar fría y asentada. Esta receta me la pasó mi madre y que ella la hacía muy a menudo; pero de esas recetas que se te olvidan y que solo la he preparado una o dos veces. Menos mal que la he recuperado. Deliciosa. Se puede acompañar con esta confitura o mermelada de cerezas o de frambuesas o cualquiera de frutos rojos que también le va muy bien. En esta ocasión he utilizado estas mermeladas extremeñas de "La Vieja Fábrica" (os dejo el enlace en el propio nombre) que me encantan, las hay de muchos sabores y encima están muy bien de precio, por ejemplo la de naranja amarga no tiene comparación a ninguna otra que haya probado, muy rica.
Ingredientes
370 gramos de leche condensada (una lata)
250 gramos de queso Ricotta
1 Yogur natural (o griego)
50 gramos de harina de maíz (Maicena)
4 huevos
180 ml. de Leche (entera o semidesnatada)
Mantequilla y harina para encamisar el molde
Confitura o mermelada de Cerezas (o Frambuesa, arándanos...)
Nota: Mi molde es redondo de 24 centímetros. Si tenéis un molde más pequeño, hay que variar el tiempo de horno, pues la tarta de ricotta será más alta y necesitará un poco más de tiempo de horno. Pinchad el centro para aseguraros.
Preparación
- Se bate todo por el mismo orden en el que están escritos los ingredientes.
- Se enmanteca y enharina (encamisar) el molde y se vierte el contenido en ese molde.
- Estará muy líquido. No pasa nada. Cuajará.
- Se pone en horno caliente a 170 grados durante unos 45 minutos.
- Se pincha para asegurarse que el centro está hecho.
- Se saca y a los diez minutos se desmolda y se deja enfriar.
- Cuando esté fía se tapa y se pone en el frigorífico hasta el día siguiente.
- Se sirve con mermelada o confitura de cerezas por encima.
Afortunadamente a ver si con el final de este mes se van todos los males que han tocado a nuestra familia y amigos. Parece que la primavera no perdona. Ánimo, a todos. Ya queda muy poco para el verano, pero que también dependiendo dónde vivas es más o menos llevadero, en Andalucía nos enteramos bien de ese "calorcito" y en Cádiz también del viento de levante, que el año pasado no nos dejó vivir, bueno qué exagerada, en realidad no se podía ir a ningún sitio por el viento y el calor, a veces ni a la playa se puede ir pues la arena te golpea y te hace pasar un rato muy desagradable, conclusión, te quedas sin salir o solo al anochecer, como los vampiros. Vamos, un plan estupendo.