La Taza de Loza: dulce inglés

Aquí seguimos con nuestro ordenado y paciente confinamiento que esperemos pase cuanto antes, entre las noticias tan malas de tantos contagiados y fallecidos y este encierro, esto se aguanta por lo que se aguanta, sobre todo por el bien común y solidaridad para que no colapsen los hospitales que ya bien llenos están y con muy poco material como se denuncia todos los días por parte de los médicos y sanitarios en general, siguen prometiendo que llegará material y dinero para las comunidades autónomas (regiones españolas) para hacer frente a la ayuda y para la compra de material, pero tampoco llega nada o casi nada o como dice nuestro chiquitito: "tapoco, tapoco" llega casi nada. Si no fuese por los equipos de médicos y demás personal y gestores sanitarios haciendo un trabajo estupendo, que sería de nosotros...en fin, tendremos que confiar en nosotros mismos, en nuestra solidaridad, civismo y en nuestra propia fuerza como ciudadanía para continuar con el mejor talante para soportar esta situación. Ya tendremos tiempo para lo demás. Yo lo estoy deseando; pero lo que más me sorprende es la pésima comunicación de toda esta tragedia, con ruedas de prensa sin preguntas en directo, pero lo que es peor, con preguntas controladas por el gobierno y sin posibilidad alguna que estos periodistas puedan repreguntar, con lo cual la mitad de esas preguntas quedan sin responder. Las apariciones en general en comparecencias públicas son terribles casi todas desde el punto de vista de la comunicación, es exactamente lo que nunca recomendarías a tu cliente que hiciese, como la improvisación, la teatralidad política, la vacuidad, la impuntualidad en las comparecencias anunciadas y sobre todo esa cantidad de tiempo que hablan sin decir nada y muchas de ellas además de largas, farragosas y, solo, me refiero a esto, con lo demás no me meto, en su contenido, quiero decir. Lo que realmente me sorprende de todo esto es lo estoicamente que estamos los ciudadanos aguantando nuestro confinamiento entre unas cosas y otras. Saldremos seguro de esta a pesar de todo.

En este post os voy a mostrar un carro de la compra de un Mercadona en Cádiz, lleno de guantes usados, sí, guantes usados. Mi "santo" fue el otro día a hacer una compra y estaba escandalizado cuando me contó a su vuelta el panorama de lo que había visto en los carros de la compra, una cochinada, él protestó y le dijeron que ya lo sabían, pero que no podían hacer nada, cuando mi marido le dijo que deberían decirlo por la megafonía y que se podría no solo recordarlo, más bien decirlo como obligación, algo así: "Se recuerda a los señores clientes la obligación de tirar los guantes utilizados en las diferentes papeleras disponibles en nuestro centro comercial... " o algo parecido para que los incívicos que hacen esto por lo menos les dé vergüenza (o no), pero que se les recuerde que estamos viviendo en sociedad y que los carros no son un basurero y que no se vacían ni se limpian a menudo. Me indigna este poco respeto y escribí un mail adjuntando una fotografía a Mercadona y me contestaron en solo unas horas lo siguiente: "Estimada cliente: En primer lugar pedirle disculpas por lo sucedido, le informamos que hemos pasado nota a los responsables del centro para evitar que esto vuelva a ocurrir, ya que no es así como deberían de estar los carros. Un saludo. Servicio de Atención al Cliente. Mercadona S.A". Bueno, después de contaros este episodio de cochinería pública... voy con la receta. Hoy estoy reivindicativa, debe ser porque tengo más tiempo.

Este tipo de dulce es típico de Reino Unido, Canadá y Estados Unidos, se cortan en trozos cuadrados medianos como lo brownies, este tipo de dulce se puede hacer casi con cualquier fruta, es una receta de aprovechamiento. Si tienes otra fruta también la puedes añadir...peras, plátanos...

Ingredientes

300 gramos de Harina (todo uso)

75 ml de Aceite de girasol o de oliva

75 gramos de Mantequilla

1 Huevo

10 gramos de levadura (tipo Royal)

1/2 vaso de Agua mineral (para hacer el almíbar)

1/2 limón (piel)

1 Ramita de canela

3 Manzanas

300 gramos de Uvas

Preparación

Lo primero es lavar las uvas y cortarlas por la mitad, mis uvas eran muy grandes. Se les quitan las semillas con la ayuda de una puntilla de cocina (cuchillo pequeño).
Se cortan las manzanas a trozos pequeños en cuadraditos.
Hacemos un almíbar con medio vaso de agua mineral con 30 gramos de azúcar y la piel de limón.
Dejamos cocer este almíbar 6 minutos debe reducir hasta la mitad.
Añadimos las uvas (con piel) y las manzanas y dejamos confitar unos 5 minutos más.
Dejamos enfriar un poco la fruta.
En un bol amplio añadimos el aceite y la mantequilla (blanda)y el azúcar. Mezclamos bien.
Ponemos el huevo y batimos.
Añadimos la harina ya mezclada con la levadura.
Retiramos la piel de limón de la fruta ya hecha en el almíbar y la ramita de canela.
Se mezcla un poco más y añadimos la fruta ya fría.
Reservamos un poco el líquido por si nos hiciera falta aligerar la masa.
Encamisamos un molde cuadrado o rectangular con mantequilla y un poquito de harina.
Echamos la masa y la alisamos con la ayuda de una lengua pastelera.
Esperamos a que alcance la temperatura y horneamos.
Se hornea sin ventilación 35 minutos o 40 minutos a 180 grados, depende del horno.
Al sacarlo del horno se deja enfriar y se le puede poner una vez templado o azúcar glas o azúcar granulada o nada.