Este es un post que estoy publicando la noche del lunes; os cuento que después de haberme vacunado con la vacuna Astrazeneca (la primera dosis), me ha dejado veintitrés días agotada, cansada, no podía ni con mi cuerpo y nunca lo he escuchado hasta ahora que lo comento y que hay muchísimas personas como yo, por lo normal suelo ser hiperactiva desde pequeñita; pero he estado estos días casi sin poder moverme por "pereza", "agotamiento"..., sin poder hacer nada. Charlé con una amiga mía médico y me dijo que ella también estuvo así, aunque le duró ese cansancio casi mes y medio, ella se vacunó con la Pfizer, pero creo que da lo mismo, estábamos agotadas. Que lo cuenten, que las autoridades sanitarias lo digan, no somos menores de edad, que lo digan, que avisen, aunque en elecciones quizá no deban.... ha sido terrible el cansancio y las pocas ganas de hacer nada, no me sentía mal para nada, solo quería estar sola para poder tirarme en el sofá y no hacer nada de nada. En fin...lo que nos ha tocado vivir y sin mucha información, en el peor momento... Vamos a dejar este tema, solo contaros que ha sido horrible el no querer hacer nada. Hoy estoy estupenda. Debe ser que "no sé qué" del chimpancé, se va diluyendo en mi ser y que hemos entrado en fase de reconciliación, con todas nuestras castas, las del chimpancé y las mías.
Después de este esfuerzo ímprobo que he hecho hoy, gracias al borrador (benditos sean los borradores para ayudarnos en estos casos de apuro total) os presento un pollo normal y corriente y hay que ver el partido que sacamos normalmente con poca cosa. En este caso con miel y batatas o boniatos como también se les conoce por estas tierras. Las batatas son dulces y acompañan muy bien tanto la carne de pollo como la de cerdo, se tratan igual que las patatas, tardan casi el mismo tiempo y lo único que cuesta un poco más es pelarlas pues son un poco duras y hay que tener cuidado para no cortarse. Recomiendo cortarlo primero en rodajas sin pelar y luego sobre una tabla ir cortando la piel y colocando el cuchillo hacia abajo por si se escapa, entonces irá para la tabla y no para nuestras manos; bueno, esa es la única recomendación, lo demás es tan fácil como ponerle los condimentos y al horno. Nada más y nada menos. Con respeto a la miel, yo siempre utilizo miel sin adulterar, es decir, miel auténtica y no la que se vende en los supermercados que son mieles que no especifican su procedencia, solo dice la etiqueta que es del exterior de la Unión Europea... con lo cual puede ser de China, lo más probable, es una miel barata y mala, lo mismo pasa con los piñones que no saben a nada y que también se importan desde quién sabe qué lugar, con lo buenos que son los piñones españoles (que yo tendría de sobra con la cantidad de pinos que tengo en mi casa si los "malos" no me los robasen todos los años...). Yo en el caso de la miel prefiero gastar un poco más, pero comprar miel de verdad, tampoco se usa tanto como para que esto signifique gran cosa en nuestra ya maltrecha economía... Este plato se lo vi hace tiempo a mi amiga Silvia del blog Chupchup, pero no encuentro ahora el enlace, con lo cual os dejo el enlace a su blog general, tiene recetas maravillosas y todas salen bien, os lo digo yo. Entrad en su blog. Es un cielo de persona y de cocinera.
Ingredientes
2 muslos enteros de Pollo (cortados al centro)
Batatas y (o) patatas
Romero natural seco
Pimienta
Sal
3 cucharadas de Miel de la buena
(La mía del Pinsapar de Grazalema)
(La mía del Pinsapar de Grazalema)
2 cucharadas de Aceite de oliva virgen extra
Batatas o patatas a voluntad
Batatas o patatas a voluntad
Preparación
- Se lava el pollo se seca y se le pone sal y pimienta negra.
- Se coloca el pollo en la bandeja y pelamos y cortamos las batatas en rodajas o en cuadrados.
- Ponemos el aceite de oliva por encima del pollo y de las batatas.
- Añadimos las ramitas de romero por encima.
- Horneamos a 170 o 180 grados hasta que el pollo esté hecho.
- Sacamos la fuente de horno y en una taza ponemos la miel y untamos con un pincel.
- Si la miel está un poco sólida la metemos unos segundos en el microondas o lo calentamos en una olla pequeña para que se disuelva el azúcar.
- Se pincelan los muslos de pollo y echamos lo que sobre por encima de la fuente.
- Ponemos de nuevo en el horno hasta que nos parezca bien el color y se haya caramelizado un poco.
Sed felices y probad hacer estas cosas fáciles y sencillas. Plato ideal para novatos absolutos.