Mi relación con aquella tierra viene porque como muchos sabéis, mi hijo vive en Tarragona y allí nació nuestro pequeño catalán, por demás queda contar que cada mes o mes y medio estamos ahí como un clavo o nos encontramos en otras ciudades, en fin, un ajetreo, pero no hay mayor gusto que ir a verlo y aunque al final de los días te acabe doliendo un poco la espalda, da lo mismo, lo que se disfruta con los chiquititos estos no tiene comparación con ninguna otra cosa.
Parece una tortilla, pero no lo es ya que no lleva huevos
Pues bien, esas cosas del destino, mi madre siempre me ha regalado cantidad de libros de cocina, -cantidad, son más de sesenta-, que a ella le sobran, pues nunca ha sabido cocinar y no le interesan para nada, algunas veces he contado los desastres de sus locas combinaciones cuando cocinaba ella, todo un anecdotario si empiezo a contar... no paro, ella se muere de la risa cuando se lo recuerdo y siempre me comenta: "sales a la familia de tu padre sin duda y por fortuna para tus comensales" y entre los que me había regalado la última vez apareció este de cocina en Cataluña y que encontré el otro día, ya que tardo tanto en recoger las cosas del verano y que necesito allí o aquí, que me paso la vida con bolsas de cosas. Mi "santo" se pone malo, me dice: "¿De verdad que todo eso te hace falta?" Y me lo pregunta recurrentemente a la ida y a la vuelta, pobre, nunca nos terminarán de conocer.
A lo que iba, el otro día en el campo encontré cantidad de libros de cocina, que apenas había mirado, había pequeñas joyitas, dos sin ir más lejos inspirada en dos óperas de Verdi, con platos para cada uno de sus personajes de las óperas Aída y Macbeth, esta colección se llama "Ópera gastronómica", muy curiosos, la verdad y entre todos ellos, este libro que os muestro en la foto sobre cocina en Cataluña, con unas recetas básicas y tradicionales, por tanto las recetas caseras de su cocina y muy bien explicadas, cortas y concisas, nada de enrollarse como hago yo, no y lo más importante, de grandes chefs, creo que este libro pudiese ser de algún periódico, ya que antes se regalaban con los ejemplares para promocionar su venta, aunque ya visto y considerando, no surtió efecto, pues el papel prensa ha muerto y yo sigo aquí encantada de la vida con este libro y que me los traje por supuesto a mi casa de nuevo sin dudarlo en bolsas y más bolsas para mayor felicidad y gloria de mi "santo".
Esta receta de hoy es de este libro. Muy fácil y auténtica. Ya esta semana además tenemos los primeros fríos, bueno, frío para Cádiz son unos catorce o quince grados, aunque con el ventarrón parece que hiciese más frío, somos unos exagerados, lo sé; pero nos ha venido de perlas este trinxat a la hora del almuerzo.
Ingredientes
1 Col grande
400 gramos de Patatas (de las pequeñas para hervir)
5 o 6 Dientes de ajo
6 Lonchas de tocino entreverado o panceta (una por persona)
Sal
Aceite de Oliva virgen extra
Preparación
- Se corta la col en trozos grandes y se lava muy bien. Las hojas exteriores no se usan.
- Se pelan las patatas (pequeñas en mi caso) y ponen en la olla junto a la col.
- Se dejan cocer hasta que estén tiernas y hechas las patatas, yo las hice en olla presión por 20 minutos a fuego medio.
- Se escurren sobre un colador de verduras.
- Y se trinchan = trinxat es decir, se machacan con la ayuda de un tenedor y se hace casi una pasta. Siempre la col se notará más que la patata.
- Se pelan los ajos y se doran con el aceite de oliva o según dice la receta con manteca de cerdo, yo preferí aceite de oliva.
- Se sacan los ajos y en el mismo aceite se fríen las lonchas de tocino o panceta enteras.
- A la col y las patatas ya machacadas se le echa por encima ese aceite.
- Se coloca parte de esta mezcla en una sartén a fuego medio alto y se le da forma de tortilla.
- No es una tortilla pues no lleva huevos, pero la apariencia es como si lo fuese. Muy curioso.
- Se emplata con las lonchas de tocino por encima, se pueden hacer porciones individuales o repartir las porciones desde un solo trinxat, ya en la mesa. Eso a gusto de cada uno como siempre.