Bueno, otro dulce típico de estas fechas, me he adelantado un poco, pero es que realmente a mí cuando me apetece comer estas cosas es fuera de época, lo mismo que me encanta hacer dulces o postres, como el semifrío de turrón de Jijona en pleno verano, sí, con la que suele caer en verano y con esos calores africanos que tenemos por aquí, eso de comerte algo típico de navidades me entusiasma. Ya sabéis muchos de vosotros que cuando terminan las fiestas navideñas me voy a los supermercados a buscar las tabletas de turrón de Jijona (que es el que más juego nos da) para guardarlos y poder usarlos todo el año. Este año sin exagerar nada nada debo tener guardadas unas diez tabletas de turrón. Me tengo que dar prisa para hacer postres y que no me coja el toro encontrándome las próximas navidades con tabletas del año anterior, por exagerada, como si no hubiese un mañana. Siempre igual, no aprendo a calcular.
Me acabo de acordar de otras que hice hace dos años y estaban muy buenas y las repetí varias veces ya, las torrijas de naranja y chocolate, os dejo aquí el enlace. Bueno, os cuento que esta receta me la dio una amiga sabiendo lo poco amante que soy de las cosas fritas y no porque no me gusten, sino porque hay que cuidarse y mantener el tipo, aunque hay cosas que son inevitables freírlas, no me imagino unas croquetas al horno, mire, usted, no, no me las imagino. Estas torrijas quedaron muy bien y la verdad es que salen muy ricas, no son exactas a las de siempre, las de toda la vida, las fritas; pero están muy buenas. La receta que me dio no estaba del todo bien explicada, la tuve que rectificar a medida que la iba haciendo, estas cosas me han pasado alguna vez (y seguro que a vosotros también os han pasado) y gracias a mi experiencia (no son más que años y años cocinando), lo pude solventar, improvisando y haciendo a última hora un almíbar ligero para darles brillo, ya que las cosas de comer y encima si son dulces deben entrar por los ojos.
Os doy la receta ya como yo la hice para que no tengáis que improvisar nada e ir a lo seguro.
Ingredientes
Pan de molde especial de torrijas o barra de pan
del día anterior cortada gruesa
1 lata de 380 gramos (o 397 gramos según la etiqueta) de Leche condensada
Agua mineral (la capacidad de la lata)
2 Huevos
1 Canela en rama
Nota: No lleva azúcar por la leche condensada
Almíbar ligero
(Siempre se usa la misma cantidad de azúcar y de agua)
100 gramos de agua mineral
100 gramos de azúcar
Chocolate líquido
(Para un baño de chocolate fluido se utiliza la misma cantidad de nata que de chocolate)
150 gramos de Chocolate negro Valor
150 gramos de nata (35% de grasa)
Preparación
- Ponemos la leche condensada en un recipiente amplio y mezclamos con la misma cantidad de agua mineral o natural si os fiáis de las vuestras.
- Calentamos el líquido brevemente en el microondas con la rama de canela.
- El pan absorberá el líquido mejor si está templado.
- Batimos los dos huevos en otro recipiente y los unimos con el líquido principal.
- Introducimos las rebanadas de pan y les vamos dando la vuelta, sobre todo las cortezas deben quedar blandas.
- Colocamos un papel de horno en la bandeja del horno y colocamos las rebanadas de pan, este puede ser de barra o de molde.
- Con el horno caliente ya a 220 grados y solo grill con la bandeja colocada en la parte alta del horno las dejamos unos 4 minutos. Dependiendo del horno de cada uno.
- Deben quedar doradas.
- Sacamos la bandeja y les damos la vuelta a las torrijas.
- Las volvemos a dejar otros tres minutos aproximadamente dentro del horno.
- Al sacarlas noté que habían quedado sin brillo y para remediarlo hice un almíbar ligero para pincelarlas.
Almíbar
- Se pone en una olla pequeñita el agua mineral y echamos el azúcar.
- Cuando esté hirviendo el agua entonces removemos para que se disuelva el azúcar.
- Dejamos un minuto removiendo y retiramos.
- Pincelamos las torrijas por los dos lados.
Chocolate
- Ponemos en un recipiente la nata y el chocolate troceado, cuando se empiece a derretir un poco el chocolate vamos removiendo y lo retiramos del fuego, seguimos removiendo ya que con el calor residual se termina de derretir el chocolate y evitamos que se queme, el chocolate se quema con facilidad y no tiene ya remedio, hay que volver a empezar. Cuidado.