El “Rabo de toro”, bueno, tierno y gelatinoso y hecho con la receta tradicional tiene muchos seguidores. Se puso de moda hace un tiempo presentar el rabo “desmigado”, lo sirven algunas veces emplatado con un aro para que quede redondo y con las patatas de diversas maneras y todo napado con la salsa o como si fuesen albóndigas. Yo lo prefiero así, además es un plato que gusta mucho o no gusta nada. La verdad es que es una receta lenta, cara y que no se puede improvisar. Requiere un mimo especial. Hay que seguir las instrucciones de la receta “al pie de la letra”, para que salga tierno y rico. Hay dos recetas clásicas para prepararlo. La que yo hago, es con vino Rioja (Tinto). Las fotos sé que no son nada del otro mundo, pero cuando lo vuelva a hacer me esmeraré y las cambiaré, sobre todo para que no me riña nadie...
2 Rabos de Ternera (medianos)
Harina
Aceite de Oliva Virgen Extra
1 Cebolla grande
1 Pimiento rojo
2 Pimientos verdes (pequeños)
3 Tomates rojos de “pera” o maduros pequeños
½ Kilo de Zanahorias
Sal
Pimienta Negra
½ L. vino Rioja tinto o algún otro tinto “potente”
Agua o caldo (a cubrir)
Se lavan los trozos de carne en agua fría y se dejan escurrir. Se salan. Se pasan por harina ligeramente y se fríen para que se sellen y tengan color. Se retiran a una bandeja, para esperar a tener casi todas las verduras listas.
En la misma olla donde se les ha “dado color”, se añade la cebolla cortada pequeña, cuando esté blandita y con color dorado se añaden los tomates pelados y los pimientos. Se deja pochar todo un poco. Se añaden las zanahorias troceadas pequeñas e inmediatamente se meten en la olla los trozos de “rabo”. A continuación se pone un golpe de pimienta negra. Se les da unas vueltas o se “sacude” la olla. Cuanto menos metamos la cuchara dentro de ella, mejor.
Se añade media botella de vino de Rioja o un vino tinto de buena calidad. Cuanto mejor sea el vino mejor saldrá la receta. Se deja evaporar el alcohol como unos 2 o 3 minutos a fuego fuerte. Y se añade el agua o caldo hasta cubrir los trozos de carne, que ya habremos metido en la olla otra vez. Se vuelve a rectificar de sal.
Debe estar en la olla por lo menos 3 horas a fuego lento, muy lento. Cuidándolo y “mimándolo” para que no se pegue en el fondo. En caso de tener que revolver, siempre hacerlo con cuchara de madera y muy suave ya que cuando está casi hecho se puede desprender la carne del hueso con mucha facilidad y ya no sería lo mismo en cuanto a la presentación. Es una carne que al estar “pegada al hueso” es muy tierna pero hay que darle el tiempo de cocción justo. Asimismo es una carne con mucha gelatina y por eso es tan tierna y jugosa.
Se acompaña de patatas fritas o hervidas y luego fritas. Pocas y grandes.
Este es un plato que se puede congelar sin problema, si nos sobra o si hacemos más cantidad, de esta manera podríamos congelar uno y tenerlo listo para comer cuando queramos, ya que lleva mucho tiempo hacerlo.