Siempre me suele pasar lo mismo. Cuando me entran unas ganas locas de comer algo dulce no suelo tener nada en mi casa, con lo cual hago estos bizcochos sencillos y utilizo lo que tengo a mano. La manzana estaba en el frutero muy triste, tan triste que se me podía poner mala en poco tiempo en caso de no decidirme a preparar algo urgente. La manzana y en general la fruta da una textura muy buena a todos los bizcochos, quedan muy jugosos, nada secos y si encima, como fue mi caso aproveché unos frutos rojos un poco ácidos, ya ni os cuento. La acompañé por aquello de rizar el rizo, con mermelada de cerezas, todo un acierto. Me duró muy poco la tarta, así que os podéis imaginar como estaba de rica.
Aquí la tenéis antes de hornear. Quedó deliciosa y la verdad es que la improvisé a último momento. Tenía manzanas y frutos rojos y había que aprovecharlos.
Ingredientes
1 Manzana Golden
90 gramos de Mantequilla
40 gramos de Aceite de girasol
2 Yemas de huevo y un huevo entero
150 gramos de Azúcar
170 gramos de Harina
2 cucharaditas de Levadura en Polvo
Sal
Una cucharadita de brandy o coñac
Azúcar glas para espolvorear
Por encima de la tarta
Frutos rojos
Almendra en cuadraditos o laminada (las que tengáis en casa)
Preparación
Se mezclan los huevos con el azúcar, hasta que quede una masa cremosa. Se añade la mantequilla (previamente ablandada), el aceite de girasol y se bate.
Se pone la cucharadita de brandy o coñac y se mezcla.
Se añade la harina ya mezclada con la levadura en polvo y la pizca de sal fina.
Se pelan las manzanas y se cortan en cuatro partes, se les quita el corazón y se cortan en láminas finas, se mezclan con suavidad con la preparación anterior.
La masa queda algo espesa pero es normal, ponerla con la ayuda de una lengua pastelera dentro del molde previamente encamisado (mantequilla y harina).
Se ponen los frutos rojos y las almendras o laminadas o en cuadraditos por encima del bizcocho.
Se hornea a 175/180 grados durante 25 minutos, calor solo abajo.
Cuando esté fría se espolvorea con azúcar glas y ya la tenemos terminada para servirla de postre o de merienda acompañando un buen café con leche o mojando dentro de un chocolate muy caliente...jajaja
Vaya glotona que soy, como buen tauro. Me da vergüenza reconocerlo; pero lo confieso.