Con este post me he retrasado un poco, pues he tenido algunos problemillas. Pero a pesar del retraso que tengo, siempre hago platos que aunque son sencillos les pongo ganas, muchas ganas! Sobre todo paciencia. Me cansan bastante los rellenos de carne, no porque no me gusten sino porque siempre es lo mismo. Hay que echarle imaginación. Estos canelones son un clásico de la cocina italiana. Siempre los preparo en platos individuales, pues salen con mejor presentación. Recuerdo que cuando tenía niños pequeños, el arroz siempre iba en molde y bien emplatado, nada de cucharadas encima del plato y listo! Esa era una forma para que apreciaran el esfuerzo del día a día en la cocina. La variedad de rellenos es tan grande como nuestra imaginación. Con queso Ricotta y setas están deliciosos, de carne de puchero y tomate, de verduras y maíz en grano con besamel, de gambas con berenjenas y calabacines, de atún en conserva con huevos duros, tomate frito y besamel, estos últimos son los preferidos de mi marido, por lo tanto los que más preparo.
En Italia los "cannelloni" son así, como aparecen en estas fotos, es decir cilindros de pasta. Estos nunca se abren y quedan todos exactamente iguales. Hay que tener cuidado al cocerlos. Se hace en agua hirviendo con un poco de sal y nada más. Se mantienen en la olla unos 4 minutos, para que estén "al dente" y sea más fácil rellenarlos.
Esta marca la venden en el Mercado de Maravillas de Madrid. Los compré junto con las judías Carillas. En el puesto número 142. Creo recordar que la caja me costó algo menos de 2 Euros, 1,80 €.
4 Cannelloni por
persona
250 o 300 gramos de Espinacas frescas
Una tarrina de queso Ricotta (o Queso Requesón)
1 taza de queso Parmiggiano (rallado)
1 Cebolla pequeña
1 diente de Ajo
1 Huevo grande
Sal y pimienta blanca
Cortar la cebolla pequeña y el ajo. En una sartén con un poco de aceite de Oliva Virgen Extra, sofreír a fuego bajo hasta que tomen color. Se añaden las espinacas, se les da unas vueltas y se retira inmediatamente. Aunque estén crudas, no importa pues se terminan de hacer en el horno con toda la farsa.
En un bol mezclar el huevo y condimentar con sal y pimienta blanca, agregar la tarrina de queso Ricotta y mezclar bien. Incorporar las espinacas, el sofrito y la taza de queso Parmiggiano, (rallado en ese momento). Volver a mezclar.
Meter esta farsa en una manga pastelera (yo uso los plásticos de las mangas sin boquilla, se le hace un corte del diámetro que nos venga bien y relleno la pasta). Tardo un minuto en rellenarlos, y no es por mi práctica, es que es muy fácil. Una cosa importante, no rellenarlos demasiado, pues se saldría el relleno y se podrían romper.
Se colocan en platos individuales o en una fuente. Se añade salsa de tomate y la salsa Besamel con un poco más de queso Parmiggiano por encima para gratinarlos.
Al horno, 20 minutos primero a 170 grados y luego 10 minutos a 200 grados para el gratinado.