Todo esto os lo cuento, pues hace poco, comentó nuestro amigo, mientras estábamos tomando el aperitivo en la cocina (todos mis invitados, siempre están en la cocina, apretados, si son muchos, pero algo tiene mi cocina que les encanta y allí se sirven los primeros vinos o cervezas con los aperitivos), bueno, que me voy por las ramas, dijo lo de los flamenquines cordobeses y yo, que en la vida los había preparado me picó la curiosidad. No tuve antes de este comentario el más mínimo interés en hacerlo. Me parecía algo, a ver como lo digo, algo poco interesante, por ser discreta, una cosa tonta, con una forma fea... Algo sin "chicha", un simple filetito de cerdo con jamón serrano, con o sin queso, empanado y previamente pasado por harina o sin ella; habitual en los bares y restaurantes cordobeses, ya que dicen que se prepararon por primera vez en Andújar (Jaén); pero luego se hicieron famosos en Córdoba y que no hay bar de tapas que no los tenga en su carta. Pues bueno, cual fue mi sorpresa que para nada resultó ser algo como había pensado. Estaban deliciosos.
Esta carne proviene de unas vacas de raza autóctona llamadas "Retintas" y desde 1987 tienen D.O. (Denominación de Origen certificado), viven y se crían en Andalucía y en Extremadura, pastando en grandes fincas y alimentándose de bellotas, forraje, ramas, hierbas y pastando en plena libertad, su carne es muy tierna y jugosa.
Compré unos buenos filetes de ternera de retinto (para no hacerlos con filetes de cerdo), un buen queso untuoso, en este caso, utilicé un queso de vaca havarti y jamón ibérico (-yo quiero del pringoso- que decía mi niño cuando era pequeño y que era el que más le gustaba...), luego solo empanarlo arrollado y nada más. Una delicia.
Tuve el problema que cuando ya lo había frito era como un chorizo largo y feo, muy feo, tremendamente feo; pero claro, era carne de retinto, jamón serrano de muy buena calidad y queso, no podía dejarlo así, sin pensar algo en como colocarlo y servirlo, hasta que decidí cortarlo en diagonal y ponerlo en pie para que se pudiese ver lo bien que estaban en todo su esplendor servidos en un plato vistoso de pizarra, para que nada más verlo te apetezca comerlo, ya que todos sabemos que la comida primero nos debe entrar por los ojos,vamos, como cuando tenías pequeños en casa y que si no te había dado tiempo a hacerle la propaganda suficiente a lo "raro y nuevo" que hubiese en el plato de ese día, por lo menos que diese tiempo a esconderlo convenientemente...jajaja
Ingredientes
Filetes finos de ternera o cerdo (en mi caso los compré de retinto)
Jamón serrano (Ibérico)
Queso Havarti (o cualquier queso que os guste)
Emapanado
Pan rallado
Huevo
Sal
(muy poca pues el jamón serrano suele salar)
Preparación
- Los filetes se ponen encima de una tabla, se les quita cualquier grasa que pudieran tener y se golpean un poco para aplanarlos lo máximo posible.
- Se coloca encima de cada filete el jamón serrano y el queso en lonchas.
- Encima de la tabla de cocina se enrollan empezando por el lado más largo del filete, así quedarán largos y no demasiados gruesos, se va apretando bien para que quede bien unido. Si los haces al revés quedarán muy gruesos y será difícil freírlos y que queden hechos por dentro.
- Se empanan pasándolos primero por huevo y pan rallado. Se aprietan otra vez con el pan rallado. No me hizo falta ponerle un palillo; pero se puede usar sin problema, aunque si los apretáis bien no hará falta.
- Se fríen en aceite no demasiado caliente pues se nos quemarían por fuera y estarían crudos por dentro. Tienen que quedar dorados.
- Se dejan templar un poco y se cortan en diagonal por un lado y recto por los extremos para ponerlos en pie.
Nada más. Unos flamenquines típicos andaluces y muy buenos para hacerlos de vez en cuando, creo que a cualquier niño le encantaría este sencillo plato.
Sed felices y probad hacer cosas sana y ricas.
El flamenquin es una de esas joyas gastronómicas que los andaluces nos gastamos para el tapeo. Más ricos no pueden estar, y sí, hay versiones variopintas, pero como el que has cocinado, que es el de toda la vida, ninguna. Seguro que tus invitados quedaron encantados, no es para menos.
ResponderEliminarUn beso. Buen finde.
Lola, buenos días. En Cádiz no abunda en las cartas de los tapeos, no recuerdo haberlos comido antes de esta manera, aunque uno de mis platos preferidos es el san Jacobo... me encanta. En Andalucía hay muchas joyas gastronómicas maravillosas, esas papas aliñadas y si llevan atún, mejor, salmorejo, ajo blanco, ajo caliente o arranque de Rota, carnes de caza guisadas con esos vinos buenos, soy una forofa de su cocina. Besos y buen y feliz domingo.
EliminarTe han quedado fantásticos, y tienes razón se hicieron por pirmera vez en un restaurante de Andújar, pueblo de mis suegros y donde yo he vivido 25 años, conocí el restaurante y a los hijos del dueño, (ya está cerrado) y no he probado flamenquines mejores que los suyos. Pero los originales no llevan queso, aunque a mi también me gusta ponerselo, quedan más jugosos. Bs.
ResponderEliminarHola, Julia, lo bueno de escribir un blog como bien sabes es que necesitamos conocer algo más del plato que estamos haciendo y "brujuleamos" por Internet para saber más. Encontré en varias webs que era de Andújar y que yo no tenía ni idea, pues nunca los había hecho. En algún bar los habré pedido; pero no lo recuerdo, no ha tenido que ser algo especialmente recordable. He visto también que hay mucho congelado y ni se me ocurre comprarlos. Estos estaban deliciosos, también ayudó mucho la carne de ternera retinta. Feliz domingo, muchos besos
EliminarPatty esta semana viene la cosa flamenca, jajaja...
ResponderEliminarPero no importa, porque a mí de tus flamenquines ponme los que quieras. Yo los conozco desde que era niña, y como mi madre los ha hecho en casa toda la vida, jamás los compro congelados o precocinados, porque a saber lo que le meten dentro, seguro que papa y ballena, jajajaja...
No sé si habrás estado en Córdoba, y si los has comido allí, pero yo los he comido en dos de los mejores sitios de la ciudad, y te aseguro que estaban para quitarse el sombrero.
Por cierto nunca me lo han servido entero tal cual, lo habitual es cortarlo en rodajas gruesas al bies, y con unas patatas fritas naturales, nada de congeladas. Y es una de las experiencias gastronómicas más extraordinarias que puedas imaginar, y como comenta Julia, no llevan queso dentro, pero claro en la variedad está el gusto, y los he visto incluso con pimientos de piquillo dentro, seguro que riquísimo igualmente.
Seguro que tu "conejillo de indias" alucinó con cada bocado.
Besos, que pases una feliz tarde.
Concha, jajaaa...Es verdad que la casualidad ha hecho que hiciera dos platos "flamencos" en muy poco tiempo. Esta cocina andaluza me encanta, en general toda la gastronomía española. Hay maravillas y lo bueno es que complicada no es, son los productos de primera calidad lo que la hacen tan magnífica. No tenía idea de que se presentaban cortados en rodajas gruesas, como he contado no sabía cómo colocarlos, ya que enteros en plan chorizo largo no pueden ser más feos. Sí conozco Córdoba, estudié Bellas Artes y he estado varias veces. Las últimas he estado por trabajo y estuvimos en un restaurante del centro muy conocido, "El Caballo Rojo"; pero al no estar de tapas no lo he comido allí. La próxima vez lo pregunto, a ver, dónde encuentro los mejores de la ciudad. Muchos besos y buen domingo
EliminarAy! Qué contento se habrá puesto el conejillo eh??!! Jeje!! No he probado nunca los flamenquines pero te aseguro que al ver los tuyos me han entrado muchas ganas de probarlos, ojalá pudiera ser yo el conejillo jajaja! He leído en los otros comentarios que los originales no llevan queso pues yo seguro que los prefiero con ;) Besitos Patty!!
ResponderEliminarMarina, buenos días. He estado un poco acatarrada y cuando he leído tu comentario me entró la risa y la tos... oh my God! Cuando los vuelva a hacer te mando unos poquitos. Respecto al queso te digo que había visto varios y rellenos de casi de todo, me pareció que podían quedar secos solo carne y jamón serrano, de todas maneras adoro el queso y siempre me gustan más las cosas que lo tengan a las que no. Lo que no sabía es que se presentaban cortados en rodajas. La próxima vez que los haga los cortaré, aunque se enfríen antes. Muchos besos y feliz domingo de mantita, libro y alguna buena peli.
Eliminar¡¡Hola Patty!! La verdad es que con buenos ingredientes, nunca puede salir un mal plato, y con la materia prima con la que has hecho tus flamenquines, sé que tienen que estar de lujo. Bueno, reconozco que yo no sé si los originales flamenquines llevan queso o no, pero a mi con ese queso havarti, te aseguro que me han encantado, y más viendo las fotos, con ese queso fundente, ¡¡pues que me han entrado ganas de irme allí al aperitivo!! ¡¡Están de cine, Patty!! Besitos y feliz domingo.
ResponderEliminarGracias, Isabel, la verdad es que estaban deliciosos. No los podré hacerlos mucho por razones obvias; pero de aperitivo estarían genial, haces solo uno o dos y como salen tan largos al cortarlos como me dice Concha, en rodajas gruesas puede ser algo rápido y sencillo. Feliz domingo. Besitos mil
EliminarPatty te leo y ya te imagino en la cocina con todo el personal abordo, concuerdo contigo las cocinas tienen esa magia que atrae, sean muchos o pocos apeñuscados entran todos ^_^
ResponderEliminarPues ese conejillo de inidias es un amor, nada más gratificante que tener a alguien que aprecie cada cosa que hagas. A veces sucede como te paso con esta receta que el interés es mínimo hasta que alguien hace alguna referencia y boomm se nos mete la idea entre pecho y espalda. A mí me encanta la manera como expones el plato, cortado en diagonal cada flamenquín se ve su delicioso contenido en todo su esplendor, una receta de rechupete, que a grandes y enanos nos fascinaría probarla. Otra delicia que aprendo de ti ^_^
Un beso
Natalia, hola, qué alegría que hayas vuelto a nuestra vida "digital" y tan cercana. Es verdad que a veces estamos "apeñuscados" me ha encantado la palabra, tan explicita, apiñados... jajajaa
EliminarEs que a veces no sé qué hacer como nuevo plato y que no sea muy complicado. Me faltan mil recetas; pero me tiene que apetecer, sino no lo haría. Gracias a la gente que comenta lo que ha probado por ahí o que le gusta tal o cual cosa, se me enciende la bombilla y no paro hasta que no lo hago. Cuando mi marido me ve con cosas diferentes o no habituales siempre dice:¿para el blog, no? Jajajaa... pobre; pero casi todo le gusta, menos mal. Muchos besos y ya irás contando tus viajes por vuestra tierra tan bonita.