Además de bonita es un placer probarla por primera vez, no es demasiado dulce y encima las frambuesas le aportan ese toque ácido y fresco que la hace tan deliciosa.
Tengo que confesar que el primer trozo todavía algo tibio me lo comí sin ningún remordimiento, me encantó algo caliente y he pensado que servido con una bola de helado de vainilla o nata tiene que ser el "no va más". Lo tengo que probar.
Por dentro no es un bizcocho al uso, queda muy compacto pero es muy esponjoso y tierno, no lleva mucha harina en su composición, esto lo hace diferente. La verdad es que no sé muy bien que lo hace tan especial. Quizá los huevos y no llevar nada de levadura ni esencias (ni canela, ni vainilla...). Es muy auténtica.
Utilicé un molde desmontable de 18 centímetros. Lo forré entero con papel de horno. Es muy fácil: Recortas el círculo de la base (lo dibujas antes) y luego una tira ancha para forrar el lateral.
Se unta de mantequilla primero el molde y colocas el papel. Lo colocas con cuidado y casi queda pegado gracias a la mantequilla, luego vuelves a poner un poco de mantequilla encima del papel y listo.
Así no habrá ningún problema y se desmoldará rápido y sin romperse.
125 gramos de Chocolate Negro (80% cacao)
125 gramos de Mantequilla
3 Huevos
100 gramos de Azúcar
90 gramos de Harina
12 Frambuesas frescas (o más si se prefiere ponerlas también por dentro)
Mantequilla para untar el molde
Papel de horno
Esta vez la he preparado a mano, pues no tenía operativa mi Thermomix, pero no pasó nada de nada, quedó estupendamente y solo en un ratito.Lo primero que hacemos es poner la mantequilla con el chocolate troceado dentro de una olla pequeña y al baño maría, deshacerlo hasta que quede como una crema. Yo utilicé una sartén. Os cuento. Puse agua en una sartén pequeña y encima la olla pequeñita con la mantequilla y el chocolate, se hace en tres minutos removiendo de vez en cuando.
Se pone esta mezcla que acabamos de terminar sobre una superficie hasta que se enfríe un poco ya que al tener que mezclarla con los huevos y el azúcar se nos podría estropear al cuajar los huevos. Así que debe estar tibio y no caliente. Os digo lo que hice para hacerlo rápido: Puse la ollita del chocolate en la misma sartén ya enfriada y con la base de agua fría, se enfrió rápido.
Lo segundo es batir los huevos con el azúcar hasta que quede cremoso y unir con el chocolate ya mezclado con la mantequilla.
Añadimos sobre un colador la harina (tamizamos) y poco a poco vamos removiendo hasta que esté todo bien integrado.
Forramos el molde como os he explicado antes y echamos la masa de la tarta de chocolate.
Colocamos las frambuesas empujando cada una hasta que quede casi hundida hasta la mitad de la fruta. esto ya al gusto de cada uno. Podéis poner unas por ejemplo completamente hundidas y luego las que quedan por encima, o echar un poco de masa al molde y colocar una tanda de frambuesas y seguir echando masa hasta el final.
Horno
Se precalienta el horno a 160 grados, calor arriba y abajo y se hornea a esta misma temperatura durante 40 o 45 minutos. Por encima queda brillante y parece que estuviese algo cruda, pero no. Comprobar antes de sacarla del horno.
Por dentro no debe quedar demasiado hecha así que con estos 40 o 45 minutos será suficiente, no lleva mucha harina ni nada de levadura.
En caso de hacer el doble de cantidad, ponerlo en un molde de 22 centímetros, el tiempo de horno sería prácticamente el mismo ya que estaría más extendida y se haría en casi el mismo tiempo que una más pequeña y más alta. Comprobarlo antes.
Listo, ya tenemos una tarta de esas que no te olvidarás fácilmente.
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