Aquí os los muestro antes de que se derritieran... hacía un calor tremendo, fue un milagro que estuvieran todavía en el plato.
500 ml. de Leche
80 gramos de Azúcar (se puede subir la cantidad hasta 120 gramos)
125 ml. Nata líquida (crema de leche)
1 Limón (Solo la piel)
1 vara de Canela en rama
Opcional: Canela en polvo para espolvorear
Mis moldes traían un palito de plástico pero preferí cambiarlo por los de madera más auténticos y también comprados en una "China shop"
Pelamos el limón solo la parte de color, ya que la parte blanca amarga la leche y por último añadimos la canela en rama. Dejamos que hierva un minuto removiendo bien no se nos vaya a salir por el borde y la armemos grande.
Se apaga y se deja enfriar. Cuando esté frío completamente se mete en la misma olla tapada en el frigorífico durante unas 2 o 3 horas.
Se cuela la leche merengada.
Se cuela la leche merengada.
Pasado este tiempo se rellenan los moldes (yo lo hice con un embudo pequeño) y van al congelador por lo menos unas 6 o 7 horas dependiendo de cada congelador que ya sabemos que son como los hornos, cada uno conoce el suyo.
Se sirven con un poco de canela en polvo, también opcional aunque así están riquísimos.
Os recomiendo unos buenos moldes pues a veces he comprado algunos muy bonitos pero inútiles y los he acabado tirando porque no había forma de sacarlos sin romperlos. Oh my God!
Estos moldes que he usado son de silicona y la verdad han sido todo un acierto, precio: 4,50 € en una "China shop" cercana a casa.
Encantada de la vida con mis nuevos moldes de polos o paletas o "posicle" así llamados en Venezuela o helado de agua o "picolé" en Argentina, palitos o también helados de agua en Uruguay estos son algunos de los nombres que se usan en estos países hispanoamericanos.
Encantada de la vida con mis nuevos moldes de polos o paletas o "posicle" así llamados en Venezuela o helado de agua o "picolé" en Argentina, palitos o también helados de agua en Uruguay estos son algunos de los nombres que se usan en estos países hispanoamericanos.
Sed felices y disfrutad mucho de estas recetas tan sencillas y que gustan igual a los niños que a los mayores.
Qué de recuerdos con tu entrada. En mi casa tampoco se comían pipas porque por mucho cuidado que tuviéramos siempre caían cáscaras o trocitos y también sal ¡qué horror! lo mejor era comerlas en la calle con los amigos.
ResponderEliminarY hoy lo mejor es disfrutar de estos deliciosos polos que nos traes
¡Besos mil!
Gracias Cuca! No sabía que introducción hacer hasta que me dejé llevar, a veces es lo mejor. Muchos besos
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